sábado, 19 de mayo de 2012

LA POBRE ALCALDESITA

Erase un pobre alcaldesita
Sin nadita que comer
Sino caviar, paella, suchi
Postres, chuleta, tocino y pan francés. 
Bebía vodka, whisky
Y coctel en las fiestas sociales
Que  ella hacía por doquier.

Y esta alcaldesita no tenía en que vivir,
Sino un pobre ranchito
Con piscina y con jardín
Nadie, nadie la cuidaba
Sino tres policías, dos escoltas
Y un chofer,
 que la transportaba en una camioneta
Blindada que compró el pasado mes.

Nunca tuvo en que aplastarse
Sino en un sillón de cuero holandés
Y unos cuantos sofás traídos de Italia por su mamá.
Ni una cama más grande,
Que los huecos de Cúcuta
Que no los tapaban ni las basuras recogidas
Por aseo urbano y proactiva
Que pasan todos los días por los barrios no más.

Y esta pobre negrita
En cuatros años hasta su fin
Tuvo más de un contrato
Y gano de más de cien mil.

Y al mirarse en el espejo
La espantaba siempre allí
El retrato de Ramiro
Quien la señalaba y se burlaba
De su cara de tontín.

Y esta pobre alcaldesita
No tenia que vestir
Sino un mismo traje blanco
Y zapatillas de 10.000.
Y a no ser por su carrito
De llantas todo terreno
Estaría como toditos
Comiéndose los más de 1000 huecos.

Los colegios sin contratos, sin aseadores, ni profesores
Acaba esta pobre alcaldesita con la educación
Y salud de los pobres.
Este 31 de diciembre,
Morirá por fin este estrés
De tener una alcaldesa
Que no sabe ni quién es.

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